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  • Foto del escritorSANTIAGO ARIAS OTALVARO

Y creías que la pandemia marcaría la desaparición de la moda rápida

Autor del artículo: ExpokNews

Fecha de publicación: 28 octubre 2021

Palabras clave: Moda Rápida, pandemia, reducir desperdicios, RSE, Sustentabilidad


Cuerpo de la reseña:

A estas alturas, está claro que el modelo de negocio de la moda rápida, consistente en crear ropa barata y desechable, es terrible para el planeta. Hace unos años parecía que los consumidores podrían volverse en contra de marcas como H&M y Zara, ya que sus ventas disminuyeron y los precios de las acciones bajaron. Pero lo cierto es que la moda rápida está lejos de morir. De hecho, están surgiendo nuevos gigantes. La marca china de comercio electrónico Shein se lanzó en 2008, imitando el enfoque de las marcas europeas de moda rápida de producir los estilos del momento a precios mínimos. Ahora, Shein ha ganado en popularidad y está preparada para superar a sus competidores: En 2020, duplicó sus ventas hasta alcanzar los 10,000 millones de dólares y, para 2022, los analistas creen que superará los ingresos de Zara.


Bedat cree que los consumidores pueden ayudar a forjar el futuro de la industria de la moda denunciando a las marcas cuando fomentan el consumo excesivo y realizan prácticas insostenibles. Pero sostiene que, en última instancia, necesitamos más regulación en la industria. “Los consumidores son poderosos, pero no podemos confiar en el mercado para solucionar este problema”, afirma. “El gobierno tiene que intervenir”. Kassatly afirma que son necesarios dos tipos de regulación. En primer lugar, las agencias de protección del consumidor deben exigir a las marcas mayores niveles de responsabilidad. Por ejemplo, una agencia podría prohibir que las marcas comercialicen prendas como recicladas u orgánicas a menos que el 70% de su producto esté hecho con esos materiales.


Apreciaciones personales:

los gobiernos deben regular el uso de tejidos no sostenibles, como los materiales sintéticos derivados del petróleo (incluidos el nailon y el poliéster), que desprenden microplásticos que entran en nuestra cadena alimentaria. Aunque marcas como Shein y allyLikes tienen su sede en China, Bedat cree que las regulaciones en Estados Unidos podrían frenarlas. Por ejemplo, el gobierno federal podría impedir que las empresas comercialicen productos en sus sitios web estadounidenses como sostenibles cuando no lo son, y la Comisión Federal de Comercio podría prohibir los anuncios engañosos en las redes sociales.




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